El Trastorno de Espectro Autista se define por la presencia de:
Alteraciones en las capacidades de relación social y empatía emocional.
Dificultades en la comunicación y en la adquisición de un lenguaje funcional.
Limitaciones en las funciones de simbolización e imaginación.
Inflexibilidad cognitiva y conductual.
El desarrollo de las personas con TEA es aparentemente normal hasta los 18 meses. A partir de este momento se empiezan a ver diferencias que se aprecian principalmente por los problemas de lenguaje, la falta de comunicación y el desinterés por el juego con otros niños.
Los padres empiezan a notar que algo ocurre y aquí comienza un largo y duro camino. Los mas afortunados averiguarán pronto que lo que su hijo necesita es un buen tratamiento de personas especializadas en TEA.
La experiencia demuestra que el mejor tratamiento para las personas con TEA es la educación adecuada, dirigida por especialistas en el trastorno desde la primera infancia.
El Trastorno de Espectro Autista acompaña a la persona durante toda su vida, no se cura, pero sí mejora con un tratamiento continuado. Este tratamiento abarca todas las facetas de la vida e implica a toda la familia, pues padres y hermanos deben saber afrontar los diferentes problemas que van surgiendo en las personas con T.E.A.